De repente te detienes y vez que el otoño ha llegado, que eso que era verde ha cambiado, igual que tu.
Entre amarillos, rojos y pequeños tonos verdosos te encuentras al medio del camino reconociendo el lugar, reconociéndote.
No sabes a donde vas, pero si de donde vienes y que no quieres quedarte allí; piensas miras, dudas... pero ese camino frente de ti te hace creer que hay más, que si avanzas quizás puedes llegar
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